En el siglo XIX, la clase obrera estaba en constante lucha para ganar la jornada laboral de 8 horas. Las condiciones de trabajo eran graves y que era bastante común para trabajar de 10 a 16 horas diarias en condiciones inseguras. Ya en la década de 1860, las personas que trabajaban se encontraban agitando a sus jefes industriales a fin de acortar la jornada laboral sin reducción de salario, pero no fue hasta finales de la década de 1880 que el trabajo organizado fue capaz de reunir la fuerza suficiente para declarar la jornada de 8 horas. Esta proclamación fue sin el consentimiento de los empleadores, sin embargo, exigido por muchos de la clase obrera. El 1º de Mayo de 1886, más de 300.000 trabajadores en 13.000 empresas en todo Estados Unidos abandonaron sus puestos de trabajo en la celebración del Día primero de mayo en la historia.
El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo, es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial. Desde su establecimiento en la mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue en muchos casos tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. En la actualidad es una fiesta reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general, y se celebra en muchos países.
Llamativamente, en Estados Unidos y Canadá no se celebra esta conmemoración. En su lugar se celebra el Labor Day el primer lunes de septiembre en un desfile realizado en Nueva York y organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor, en inglés). Canadá se unió a conmemorar el primer lunes de septiembre en vez del primero de mayo a partir de 1894.
Acá en Venezuela es en Maracaibo donde se celebra por primera vez el día del trabajador al instituirse en 1936. Pero es el Gral. Isaías Medina Angarita, presidente de Venezuela, quien establece por decreto el 1º de mayo como el Día del Trabajador, en 1945. Años más tarde, es el demócrata Rómulo Betancourt, quien va más allá al dictar un decreto el 27 de abril de 1946, donde establece: “El Primero de mayo decretado Día del Trabajador se declara feriado y de remuneración obligatoria para los trabajadores en general, incluyendo los que efectúen sus labores en la agricultura y en la cría. Durante esta fecha no podrán efectuarse trabajos en las empresas o establecimientos sometidos a la Ley del Trabajo y al Reglamento del Trabajo". Con esta Ley, se daba entonces un real beneficio a los trabajadores, cuestión que antes no se aplicaba.
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